Biden, cada vez más presionado para que retire los cargos contra Julian Assange

Fuente y más info (GEN): theguardian 12/12/2022
(traducción artificial (aún) no controlado por humano)

Biden se enfrenta a una renovada presión, nacional e internacional, para que se retiren los cargos contra Assange, que languidece en una cárcel del Reino Unido

Muchos de los partidarios de Julian Assange creen que su caso ha llegado a un punto de inflexión que podría conducir a su libertad.

La administración Biden ha estado diciendo últimamente todo lo correcto sobre el respeto a una prensa libre y vigorosa, después de cuatro años de implacables ataques a los medios de comunicación y asaltos legales bajo Donald Trump.

El fiscal general, Merrick Garland, incluso ha puesto en marcha protecciones ampliadas para los periodistas este otoño, diciendo que “una prensa libre e independiente es vital para el funcionamiento de nuestra democracia”.

Pero la mayor prueba del compromiso de Biden sigue encarcelado en una celda de Londres, donde el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, está detenido desde 2019 mientras se enfrenta a un juicio en Estados Unidos en virtud de la Ley de Espionaje, un estatuto centenario que nunca antes se había utilizado para publicar información clasificada.

 

El hecho de que el Departamento de Justicia estadounidense siga adelante con los cargos de la era Trump contra el famoso filtrador, cuyo grupo publicó información secreta sobre las guerras de Irak y Afganistán, la bahía de Guantánamo, la diplomacia estadounidense y la política interna demócrata antes de las elecciones de 2016, contribuirá en gran medida a determinar si la actual administración tiene intención de cumplir sus promesas de proteger a la prensa.

Ahora Biden se enfrenta a una renovada presión, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, para que se abandone el prolongado procesamiento de Assange.

A principios de mes, cinco importantes medios de comunicación, entre ellos The Guardian y The New York Times, que confiaron en el secreto de sumario del periodista, publicaron una carta abierta en la que afirmaban que su procesamiento “sienta un peligroso precedente” y amenaza con socavar la Primera Enmienda.

Al mismo tiempo, funcionarios de Australia, país de nacimiento y del que Assange es ciudadano, se reunieron con sus homólogos estadounidenses para pedir su liberación. “Mi posición es clara y se ha dejado clara a la administración estadounidense: es hora de que este asunto llegue a su fin”, declaró el primer ministro australiano, Anthony Albanese, ante el Parlamento australiano a finales del mes pasado.

A principios de mes, cinco importantes medios de comunicación que se basaron en su colección de secretos gubernamentales, entre ellos The Guardian y The New York Times, publicaron una carta abierta en la que afirmaban que su inculpación “sienta un peligroso precedente” y amenaza con socavar la primera enmienda.

Al mismo tiempo, funcionarios de Australia, país de nacimiento y del que Assange es ciudadano, se reunieron con sus homólogos estadounidenses para pedir su liberación. “Mi postura es clara y así se lo he hecho saber a la administración estadounidense: ha llegado el momento de poner fin a este asunto”, declaró el Primer Ministro australiano, Anthony Albanese, ante el Parlamento australiano a finales del mes pasado.

En Brasil, mientras tanto, el Presidente electo Luis Inácio Lula da Silva exigió el fin de lo que calificó de “encarcelamiento injusto” de Assange tras una reunión con editores de WikiLeaks que abogaban por su libertad.

Algunos de los defensores de Assange, que han atacado su procesamiento como un atropello a la primera enmienda, dicen que son optimistas de que el caso puede haber llegado a un punto de inflexión que podría conducir finalmente a su libertad.