El derecho a ser humano. El derecho a estar desconectado. | Frida Chialastri

La tecnología ha tenido un enorme impacto en la vida humana en las últimas décadas. Desde la forma de comunicarnos hasta la de trabajar, la tecnología ha revolucionado todos los aspectos de nuestras vidas. Otros ámbitos clave son, por ejemplo, la educación, la sanidad, el ocio y el transporte.

  • El teléfono nos permitió comunicarnos con personas de todo el mundo al instante, pero ahora, gracias a tecnologías como el correo electrónico, las redes sociales, las videoconferencias y los smartphones, las posibilidades son casi infinitas.
  • El trabajo se ha hecho más fácil y eficiente. Ahora podemos trabajar a distancia desde cualquier parte del mundo, colaborar con colegas en tiempo real y muchas de nuestras tareas pueden automatizarse.
  • Del mismo modo, la educación se ha revolucionado haciéndose más accesible y cómoda. Ahora los estudiantes pueden acceder a cursos en línea en cualquier momento y lugar, colaborar con sus compañeros en tiempo real y recibir comentarios instantáneos sobre su trabajo.
  • Transformó la sanidad haciéndola más eficiente y eficaz. Ahora los médicos pueden utilizar tecnologías de imagen avanzadas para diagnosticar y tratar enfermedades, y los pacientes pueden acceder a información y recursos médicos en línea.
  • Ha revolucionado el entretenimiento, haciéndolo más envolvente e interactivo. Ahora podemos ver películas y programas de televisión a la carta, jugar a videojuegos con personas de todo el mundo y experimentar la realidad virtual y la realidad aumentada.
  • La tecnología también ha cambiado nuestra forma de viajar, haciéndola más rápida y cómoda. Ahora podemos reservar vuelos y hoteles por Internet, utilizar servicios de transporte compartido para desplazarnos y utilizar aplicaciones de navegación para encontrar nuestro camino.

Aunque la tecnología ha tenido un innegable impacto funcional positivo en la vida humana moderna, también ha suscitado preocupaciones. Por ejemplo, a algunas personas les preocupa que la tecnología nos aísle y desconecte más unos de otros, y que contribuya al declive de la comunicación cara a cara. A otros les preocupa que la tecnología nos haga más dependientes de las máquinas y menos autosuficientes. En cualquier caso, es probable que siga configurando nuestro mundo en los próximos años.

Impacto de la tecnología en el ámbito de la Justicia y los Derechos Humanos

No podemos negar que la tecnología moderna también ha tenido un impacto significativo en los derechos humanos, tanto de forma positiva como negativa. Por un lado, ha proporcionado a las personas poderosas herramientas para ejercer y defender sus derechos, pero, por otro, también ha creado nuevos retos y amenazas para esos mismos derechos.

Impacto positivo de la tecnología en la Justicia y los Derechos Humanos:

  • Acceso a la información
    La tecnología ha facilitado el acceso de las personas a la información y el conocimiento sobre sus derechos. Internet se ha convertido en una poderosa herramienta de defensa, con sitios web, redes sociales y otras plataformas en línea que permiten a los activistas llegar a un público más amplio;
  • Rendición de cuentas
    Ahora es mucho más fácil exigir responsabilidades a gobiernos y organizaciones por abusos contra los derechos humanos. El uso generalizado de teléfonos inteligentes con cámaras y grabadoras de vídeo incorporadas ha permitido a los ciudadanos de a pie documentar y denunciar violaciones de derechos humanos, sacando a la luz abusos que de otro modo podrían pasar desapercibidos.
  • Protección
    También puede proteger a las personas en peligro de sufrir violaciones de los derechos humanos. Por ejemplo, los activistas y periodistas de países represivos pueden utilizar aplicaciones de mensajería cifrada para comunicarse de forma segura y evitar la vigilancia, mientras que las organizaciones de derechos humanos pueden utilizar imágenes por satélite para vigilar y documentar atrocidades.

La tecnología también puede ser una amenaza para la Justicia y los Derechos Humanos:

  • Vigilancia
    La tecnología ha facilitado que los gobiernos y otras entidades vigilen y rastreen a las personas, lo que suscita preocupación por la privacidad y la libertad de expresión. Los gobiernos pueden utilizar la tecnología de reconocimiento facial y otras herramientas de vigilancia para identificar y rastrear a las personas, lo que puede coartar la libertad de expresión y de reunión.
  • Desinformación
    La proliferación de las redes sociales y otras plataformas en línea también ha facilitado la difusión de desinformación y discursos de odio, que pueden alimentar la violencia y socavar los derechos humanos. Los algoritmos de las redes sociales pueden amplificar las opiniones extremistas y fomentar la polarización, dificultando los debates constructivos y la búsqueda de puntos en común.
  • Prejuicios
    Por último, la tecnología también puede perpetuar los prejuicios y la discriminación, especialmente en ámbitos como la inteligencia artificial (IA) y la toma de decisiones algorítmica. Los sistemas de IA pueden reproducir y reforzar los prejuicios existentes, provocando una (mayor) discriminación contra los grupos marginados.

No podemos sino preocuparnos por lo que pueda ocurrir con el Proyecto Europeo de Identidad Digital (EUDI)

  • El proyecto de Identidad Digital Europea EUDI wallet, de (una) identidad digital para los ciudadanos y residentes europeos permitirá disponer de una sólida herramienta de autenticación común en toda la UE.
  • Todos los documentos y certificados digitales relativos al individuo entrarán en una base de datos europea, todos los aspectos de la vida del individuo podrán utilizarse digitalmente: desde los servicios públicos, los bancos, la presentación de la declaración de la renta, la matrícula universitaria y por tanto el acceso a la cultura y la formación, el alquiler de coches, el acceso a los servicios turísticos, el sector sanitario con la salud electronica.
  • Todo estará digitalizado y, por tanto, será rastreable. La digitalización es uno de los objetivos fundamentales promovidos en Davos a través de la llamada Cuarta Revolución Industrial. Esta digitalización conducirá a un sistema de control ineludible.
  • El sistema del pase verde, implantado, por ejemplo, en Italia, ha realizado una función piloto y la pandemia de Covid ha proporcionado el impulso necesario para acelerar la transición hacia un mundo digital.
  • De hecho, con la interrupción de la mayoría de las actividades en todos los ámbitos de la vida social y económica, todos los sectores se han digitalizado.
  • El control social y el capitalismo de vigilancia podrían ser los objetivos reales que se esconden tras el culto al progreso y a una vida cómoda y fácil impulsada por la tecnología. Todo está disponible con un simple clic, incluso el hombre mismo.

Ya hemos vivido la aniquilación social y humana de quienes, de no estar en posesión de la tarjeta digital pase verde, eran excluidos y marginados por la sociedad. Esto debe hacernos reflexionar y recordarnos que, según el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad personal.

En la Declaración de 1945 se cristalizaron los derechos naturales del hombre. Aquellos derechos que le pertenecen desde su nacimiento.

Ninguna ley humana puede arañarlos o borrarlos. Por eso en este momento histórico en el que asistimos a una carrera desenfrenada hacia la ingeniería humana y a la transición de la humanidad hacia la tecnología robótica, debemos reivindicar en voz alta el derecho del hombre a vivir “desconectado” o libre de y no condicionado por ningún dispositivo digital.

El derecho del hombre a vivir sin ningún soporte electrónico; su derecho a poder vivir libremente la vida humana como un ser autónomo, no obligado ni condicionado a depender de ningún soporte tecnológico mecánico externo para poder funcionar en sociedad.

Hemos llegado al punto de implantar chips bajo la piel para poder realizar pagos o abrir el coche y a Elon Musk le gustaría crear una interfaz entre el hombre y la Inteligencia Artificial (I.A.) a través de un chip implantado en el cerebro. Está claro que entonces el control sobre el hombre podría ser realmente total.

Tecnología vs. Humanidad

De forma muy lúcida el futurista Gerd Leonhard en su libro Tecnología vs. Humanidad, escribe:

El choque que se avecina nos previene contra el riesgo de no empezar a pensar seriamente en los riesgos del desarrollo tecnológico incontrolado sin caer en la retórica de los transhumanistas, aquellos que, para simplificar, sueñan con la superación del ser humano a través de las tecnologías.

No debemos en absoluto dejar estas decisiones en manos del “libre mercado”, los capitalistas de riesgo, los tecnólogos corporativos o las organizaciones militares más poderosas del mundo. El futuro de la humanidad no debe ser un paradigma genérico de la era industrial basado en el beneficio y el crecimiento a toda costa, o un imperativo tecnológico obsoleto que podría haber funcionado bien en los años ochenta.

Para Leonhard, la aceleración incontrolada y muy rápida de las innovaciones tecnológicas que alimentan nuestro narcisismo y nuestra tendencia a la autodeterminación individual ilimitada podría conducir a la negación de nuestra propia humanidad. La inteligencia artificial, el aprendizaje profundo, el Internet de las cosas o incluso de los cuerpos y la edición genética ya forman parte de nuestra realidad y plantean cuestiones ineludibles sobre nuestra futura relación con la tecnología, entre riesgos y oportunidades.

Leonhard describe este incesante desarrollo tecnológico con tres palabras:

  • exponencial,
    de hecho las innovaciones tecnológicas han tenido en los últimos años es el de la Ley de Moore y, más en general, el del desarrollo exponencial de la tecnología frente al lineal típico del sujeto humano;
  • combinatoria,
    ya que grandes logros como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y el aprendizaje profundo tienden a entrecruzarse y a contribuir a un desarrollo mutuo;
  • recursivo,
    en el sentido de que estas tecnologías son capaces de desarrollarse por sí mismas, como robots capaces de reprogramarse.

Según el pensamiento de Leonhard, que comparto plenamente, debemos crear un Consejo de Ética Digital. Necesitamos afirmar una serie de valores éticos fundamentales para preservar nuestra humanidad, reivindicando nuestra ineficacia, irracionalidad, lentitud frente a la eficacia tecnológica.

Leonard nos proporciona cinco puntos para fundar una ética digital para la realización de un futuro Manifiesto para un manifiesto de ética digital, a saber :

  • El derecho a seguir siendo natural, es decir, plenamente biológico.
    en particular, debe existir el derecho a vivir sin mejoras tecnológicas y, sobre todo, a trabajar sin la obligación de instalar dispositivos tecnológicos en nuestro cuerpo (por ejemplo, visores de realidad aumentada).
  • El derecho a ser ineficiente
    siempre y cuando esto defina nuestra humanidad fundamental; de este modo no se penalizaría a quienes, por citar el ejemplo del Autor, no quisieran ver sus datos sanitarios introducidos en una nube general.
  • El derecho a desconectarse
    para no quedar atrapados en la llamada obesidad digital entendida como una burbuja tecnológica en la que ahora vivimos constantemente bombardeados por una sobreabundancia de noticias, actualizaciones e información procesada por algoritmos, en la que vivimos encerrados Considerando la inminente oleada de nuevas tecnologías y plataformas de compromiso digital, es sin duda el momento de pensar en la importancia de una nutrición adecuada también en el entorno digital.
  • El derecho a permanecer en el anonimato
    en defensa de espacios protegidos donde no acabes siendo identificado y rastreado por el simple uso de una aplicación o plataforma digital.
  • El derecho a contratar o involucrar a personas en lugar de máquinas
    para evitar que las empresas que contratan humanos se vean en desventaja.

Nuestro reto

Creo que éste es nuestro reto actual: volver a situar al ser humano natural en el centro.
La tecnología debe volver a estar al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la tecnología o esclavizado por ella.

Nuestra reivindicación

Reivindicamos la protección explícita de nuestro derecho natural como Seres Humanos nacidos libres:
NUESTRO DERECHO A ESTAR DESCONECTADOS


References